Desde la academia Flexo, recomendamos establecer un hábito de estudio en función de la edad y el nivel de nuestros alumnos. Este hábito y las técnicas de estudio a utilizar deben de adaptarse de forma personal. No todas las mentes son iguales, por lo que a cada persona le funciona mejor una técnica que a otra. A diario nos preguntan acerca de estratégias y técnicas de memorización, pero en realidad no hay un método válido para todo el mundo, no existe esa llave maestra que nos permita memorizar varios temas en una sola tarde o en un solo día.
Las mejores técnicas de estudio pueden variar según la persona y su estilo de aprendizaje, pero aquí tienes algunas técnicas efectivas que suelen ser recomendadas por expertos en educación:
- Tomar apuntes efectivos: Tomar notas durante clases o mientras se estudia ayuda a retener la información. Resalta los puntos clave, utiliza abreviaciones y organiza la información de manera clara.
- Organización: Utiliza calendarios, planificadores o aplicaciones para realizar un seguimiento de tus tareas y plazos. La organización te ayuda a evitar la procrastinación y a distribuir el tiempo de estudio de manera eficiente.
- Espaciado y repaso: La técnica del espaciado implica distribuir el estudio de un tema a lo largo del tiempo en lugar de intentar aprenderlo todo de una sola vez. También es importante repasar la información en intervalos regulares para fortalecer la retención a largo plazo
- Técnicas de memorización: Utiliza técnicas como mnemotecnias, asociación de imágenes, mapas mentales o tarjetas de memoria (flashcards) para recordar información de manera más efectiva.
- Enseñar a otros: Explicar lo que estás estudiando a otra persona, incluso si solo es un amigo o un miembro de la familia, puede ayudarte a comprender mejor el material y resaltar áreas en las que necesitas más claridad.
- Resolución de problemas y ejercicios: Practicar resolviendo ejercicios y problemas relacionados con el tema de estudio es especialmente útil para materias como matemáticas, ciencias y programación. La práctica activa refuerza el aprendizaje.
- Ambiente de estudio adecuado: Encuentra un lugar tranquilo y libre de distracciones para estudiar. Mantén tu espacio ordenado y cómodo para maximizar la concentración.
- Divide y vencerás: Divide el material extenso en partes más pequeñas y manejables. Esto hace que el estudio sea menos abrumador y más manejable.
- Aplicación práctica: Relaciona el contenido teórico con situaciones reales o ejemplos concretos. Esto ayuda a comprender cómo se aplica la información en el mundo real.
- Descansos regulares: Estudiar durante períodos cortos y tomar descansos regulares ayuda a mantener la concentración y evita el agotamiento.
- Autoevaluación: Prueba tu propio conocimiento mediante cuestionarios o ejercicios de práctica. Esto te permite identificar áreas en las que necesitas más trabajo.
- Variación de formatos: Alterna entre leer, escribir, escuchar y discutir el material. Esto estimula diferentes formas de procesar la información.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante experimentar con diferentes técnicas y adaptarlas a tu estilo de aprendizaje y las demandas específicas de las materias que estás estudiando. Lo más importante es mantener la consistencia, la paciencia y la dedicación en tu enfoque de estudio.